A un costado de un pequeño basamento prehispánico, se encuentra una de las áreas más importantes del sendero, donde se combina la naturaleza y la cultura maya. En esta área se realizan ceremonias y rituales como el Chá-chaac o pedimento de la lluvia; y el ofrecimiento de la bebida sagrada del Saka´, con la finalidad de pedir permiso y protección a las deidades cuidadoras del monte. Este lugar es considerado por los estudiantes y personal institucional como el sitio sagrado de la universidad. Aquí se han recibido personajes de gran importancia, como los “J Men”, sacerdotes mayas encargadas de los principales ritos de la cosmogonía maya.